Favor de acariciar a la Rocamadour.

Regresión


Te miro.
Escudriño en tus ojos y en tu cara
y te reconozco...
Hace tiempo que me sé tus rasgos de memoria
y que puedo dibujar cada silueta con mi dedo
sobre tu rostro.
La línea de tus labios es la misma,
igual que la curva de tus ceja y de tu frente.
Tus pestañas siguen allí,
todas
y parieciera que no has perdido una sola
porque el bosque enmarcado de tus ojos sigue como estaba:
oscuro, acuoso y penetrante.


Te escucho.
Tu voz tiembla como antes lo hacía
y se estremece en vibratos agudos y golpeados.
Tus palabras se flotan bajo, a ras del suelo
y se me enredan en los tobillos,
hacen nudos entre mis pies y me hechizan al piso...
y tu risa.

...una risa atroz, oscura, espectral.
Reconozco todo de ti,
eres todo tú,
no has cambiado absolutamente en nada...
Pero parece que mis pupilas son de un material distinto
y que mi alma se cuajó, o se forjó, o se partió en pedacitos
porque tu presencia me arde en las heridas
como vinagre en una llaga abierta e infectada.

...infectada de estrellas, ecuaciones y poesía.

Infectada de vacío y de rencor.

Me asustas.

1 comentarios:

. dijo...

dí con tu blog por tu interés con la poesía, me gustó, seguiré visitándolo, enhorabuena,

saludos,

Creative Commons License
Líneas de Ocasión by María Fernanda Pérez Ramírez is licensed under a Creative Commons Atribución-No comercial-No Derivadas 2.5 México License.