Favor de acariciar a la Rocamadour.

Fernanda


¿Para qué mentirte?
Fuimos casi hermanas oscuras y lejanas
como estrellas gemelas;
cada una el fantasma inaudito de la otra,
la copia exacta celular.


Tus ojos eran océanos oscuros y serenos
esos labios delgados pudieron,
estoy segura,
pronunciar las palabras mías exactas y perfectas;
como nunca nadie más pudo hacerlo nunca.


Y ese rostro infantil,
oh, ese cabello...
Esos rizos castaños,
deslizantes,
por la curva sutil de tu espalda hasta tu talle.


Esas pestañas turbadas hacia el cielo,
y tu nariz...


Tú, el molde idéntico de mis delirios
y de mis esperanzas.

Tan parecida,
tan fatal,
tan irremediablemente alejada e inalcanzable.


Némesis preponderante,
escultura marmórea de alabastro y de cristal.


Eres como un dibujo mío
plasmado en el temblor de una gota que cae
sin tiempo y sin fortuna
sobre un mar helado de saliva y de nostalgia...


Te quiero como yo,
como fuiste.


Si eres como pienso,
tu alma es mucha pieza para ese mundo irreal,
incorpóreo y gris
que te ha envuelto entre un velo fino de alegría falsa ...
y de frialdad.

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Líneas de Ocasión by María Fernanda Pérez Ramírez is licensed under a Creative Commons Atribución-No comercial-No Derivadas 2.5 México License.