Favor de acariciar a la Rocamadour.

Inútil

Hay dos maneras de iniciar un año nuevo: bien y mal.
Iniciarlo bien muchas veces es el comienzo de una grandiosa fortuna y de un presagio esperado de buenaventuranza y hasta de éxito.
Iniciarlo mal... ni qué decir. Nos arrastra el alma en una pila de estiércol.
Yo no sé si lo he iniciado bien... o mal.
Quizá ni bien ni mal.
El año pasado empecé el año casi, casi, no con el pie izquierdo, sino con las nalgas de lo mal que me fue.
Este año, en lo poquito que lleva (menos de un mes) ya me ha mostrado de todo.
¿Qué deparará mi destino?
Nada, supongo.
Mucho ocio, mucha grasa, mucho sueño y obesidad asegurada.

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Líneas de Ocasión by María Fernanda Pérez Ramírez is licensed under a Creative Commons Atribución-No comercial-No Derivadas 2.5 México License.