Favor de acariciar a la Rocamadour.

Vocación de Sufrimiento

--Vocación de sufrimiento- le dije- no hay otra explicación.
Me disculpé enseguida y recogí mis cosas mal acomodadas con plena intención de continuar mi camino. La mañana estaba fría, las nubes se agarrotaban, volátiles y finas, sobre un cielo matutino recién desplegado sobre débiles estrellas de la noche anterior. Eran las siete de la mañana y me sentía a medio despertar... como que todavía sonámbula, o mínimamente semi dormida: soñando o alucinando con una mañana normal, frío normal, uniforme normal, charla normal... pero sentimientos extrañamente irregulares.
"Vaya comienzo" me dije "llegando y ya con confusiones y derivas sentimentales". Dos días atrás apenas recordaba mi existencia vegetando tras una cortina de ensueño y ensimismamiento, completamente ajena a los problemas diarios y conflictos habituales de mi vida de preparatoria.
Caminé por la explanada, sola.
Estoy acostumbrada a estar sola, pero en ese momento me asfixiaba mi repentina individualidad acentuada por toda esa juventud rutilante a mis alredores que se agrupaba, mimetizaba y asociaba en un constante ir y venir de risas, disparates y bromas.
Uno de primero levantó la mano en ademán de saludo y profirió un "Hola, amiga" que casi me hace temblar de la sorpresa. Yo sólo formé una V con los dedos índice y cordial de la mano derecha, el símbolo de paz, y respondí con una simple sonrisa de desconcierto, más que de amabilidad: "Hola".
Crucé de largo.
Creo que él y su grupito sólo me siguieron con la vista al pasar.
¿Que a quién buscaba?
A nadie...
Me buscaba a mí misma entre todo ese gentío.
Entonces, Perla, con quien hacía minutos había estado charlando sobre lo que iba a hacer de mis sentimientos, me alcanzó y dio conmigo unos cuantos pasos.
--Yo creo que deberías decírselo...
-- Decírselo es lo de menos... Lo de más, es que temo no ser correspondida.
-- El que no arriesga no gana...
-- ¡Yo... - exclamé furiosa, con las manos en puño- no tengo nada que ganar! ¡Nada para ofrecerle! Y puedo perderlo todo... todo en cambio.
Lagrimeé, como siempre.
Me miró con cara de "no llores".
-- Ya te lo dije- continué- es vocación de sufrimiento.

2 comentarios:

●•• √эиuⓩ ••● dijo...

Jajaja... hermoso...

Pero, si sufriendo eres feliz..
Que así sea, vivir la vida, o significa ser feliz siempre, significa vivir!

Devletters dijo...

...Y siguen saliendole lunas a la gran estrella roja, me apena de sobremanera el hjecho de lo que ha estado ocurriendo en tu entorno, no pedo decirte nada mas, solo que espero que ahora te encuentres un poco mejor, saca de aquel universo negro una llamarada que haga que polux y castor te envidien....

Sé que puedes

Creative Commons License
Líneas de Ocasión by María Fernanda Pérez Ramírez is licensed under a Creative Commons Atribución-No comercial-No Derivadas 2.5 México License.