Eso que tú dices,
que tú haces,
me vale, más bien dicho:
Nada.
Y mírese que la Nada no es bien meramente despreciable;
más bien agrio,
Moteado de alebrijes arabescos
y un tanto torpes...
Pero conservable y duradera:
Leal.
Fiel.
Acompañante de Confianza.
Perrito seguidor de finos motes.
de báculos sonrientes y apoderados
de reinos delinquidos, robados.
Relámpagos cítricos,
metonimias inalcanzables: dolor.
Yo no quiero Nada.
Así que lo que haces, das y defiendes sin miramientos,
no me gusta.
La Nada es una compañera muy asidua
y yo no quiero abusar de su gentileza, ni de mi Soledad.
Singular
Publicado por Antares en 13:14
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1 comentarios:
Definitivamente, te estaré visitando seguido, escribes tan "sabroso". Que podría leerlo una y otra vez.
Ademas, eres como ese orden que ansían las palabras que revolotean en mi cabeza.-
Saludos!
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