Favor de acariciar a la Rocamadour.

Volveré

Una se levanta,
se sacude la tierra acumulada,
la arena incrustada en los pliegues ardientes del Destierro
y se prepara, con la misma necedad cósmica,
con la misma persitencia cronométrica, armónica y desatada
de las olas cristalinas (poderosas, afiladas) que deshacen
las espumas marinas
en minúsculos cristales de oro, brisa y sal.

Volver...
una siempre vuelve.
Se yergue de entre los muertos.
Renace de los trozos mordisqueados por las fieras
que los Otros,
presas de arrebatos amorosos, fúricos e infernales
han esparcido por los caminos empolvados de la Cotidianidad.

Y a veces una llora,
llora su dolor y su destino:
la condena de ser el fanstama inmortal que ronda
los pasillos azarosos del recuerdo, o del olvido,
completamente ciego, completamente mudo;
bañado, salpicado, señalado
por el resplandor pálido que le confieren el paso de las horas,
de los días,
de la eternidad.

Entonces, la Tierra se abre
y sus entrañas desnudas se muestran
cálidas, maternales, dolientes
a los ojos destruidos del espectador...
Y la concienca cae en un sopor de ensueño
y se refugia en el vientre del Planeta
a soñar, a crecer, a querer, a esperar
que la semilla de su Fe brote por entre los campos verdes
y amarillos
de los prados silvestres de la Creación.

Sueño, me gesto
en las salas oscuras de la Espera,
en los espacios vacíos de la asuteridad.

Volveré.

1 comentarios:

. dijo...

Qué interesante. Talentosa; denota talento vaya, y no son elogios vanos lanzados al viento.

Por cierto, gracias por pasar al mío y me alegra que de algo al menos haya servido, digo, "el planeta salvaje" es una excelente película^^.
Y bueno, te agregaré.

Un saludo.

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Líneas de Ocasión by María Fernanda Pérez Ramírez is licensed under a Creative Commons Atribución-No comercial-No Derivadas 2.5 México License.