Favor de acariciar a la Rocamadour.

Llovizna


Seguirte a todas partes,

procurarte de las sombras,

del incomparable olvido de las palabras y las alondras matutinas,

del ruido de la arena

o del silbido agudo del viento por las tardes;

me resulta una tarea agotadora,

irrealizable,

un poco necia, un poco estruendosa y suicida,

medio lenta,

medio tonta,

mitad divina y terrenal.


Y es que creer en tus palabras es un deporte peligroso!

Es pasear por el risco de la icertidumbre y del amor...


Pero hoy

que te he seguido hasta este parque

donde las nubes se alborozan, grises e hinchadas por la brisa y el clima huracanado,

agitando las hojas de los amates y jacarandas florecidas,

vuelvo a saltar,

vuelvo a creer; más por necesidad que por destino,

en esos ojos miel,

en esos labios.

En esta lluvia.

1 comentarios:

Carol dijo...

Enriquecedora llovizna, enajenada inevitable.

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Líneas de Ocasión by María Fernanda Pérez Ramírez is licensed under a Creative Commons Atribución-No comercial-No Derivadas 2.5 México License.