Dos lobos
en la noche
se encuentran
bajo el manto estrellado de la madrugada.
Son las 4, los astros brillan con audacia
y
agreden
con su fuego
las pupilas caninas...
las luces rebotan en los colmillos que se muestran,
dentelladas vuelan por el aire,
irrumpiendo,
en destellos amarfilados,
en una una lluvia de chispas y gruñidos.
Un aullido feroz zurca
con su vuelo estrepitoso,
el prado,
chocando con los árboles
y con la Luna...
Me despierta...
Tus labios chocan con mi espalda: duermes.
Tu mano,
lánguida,
reposa en mi cintura.
Estás temblando...
en la noche
se encuentran
bajo el manto estrellado de la madrugada.
Son las 4, los astros brillan con audacia
y
agreden
con su fuego
las pupilas caninas...
las luces rebotan en los colmillos que se muestran,
dentelladas vuelan por el aire,
irrumpiendo,
en destellos amarfilados,
en una una lluvia de chispas y gruñidos.
Un aullido feroz zurca
con su vuelo estrepitoso,
el prado,
chocando con los árboles
y con la Luna...
Me despierta...
Tus labios chocan con mi espalda: duermes.
Tu mano,
lánguida,
reposa en mi cintura.
Estás temblando...
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